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Diálogos de Viejos y Nuevos Sones - Textos Cantados

Mi son que trajo la mar

Señora, ahí está el cochero

que viene muy disgustado

pues dice que lo han mandado

por una carta a Correos,

y le ha parecido muy feo

que le llamen sin galón.

 

Tristes estilos de amor

la vieja sonanta gime

y una pena negra oprime

la garganta del cantor.

 

Quisiera, cariño mío,

que tú nunca me olvidaras,

que tus labios con los míos

en un beso se juntaran

y que no hubiera en el mundo

nadie que nos separara.

 

Ven a mí, cantemos los dos,

porque cantando por colombianas

así se vive la vida mejor.

 

No sé para qué volviste,

si ya empezaba a olvidar.

No sé si ya lo sabrás:

lloré cuando vos te fuiste.

No sé para qué volviste.

Qué mal me hace recordar.

 

La tarde se ha puesto triste,

y yo prefiero callar:

¿para qué vamos a hablar

de cosas que ya no existen?

No sé para qué volviste.

Qué mal me hace recordar.

 

¡Qué pena me da

saber que al final

de este amor ya no queda nada!

Solo una pobre canción

da vueltas por mi guitarra.

Y hace rato que te extraña

mi zamba para olvidar.

 

Mi zamba vivió conmigo

parte de mi soledad.

No sé si ya lo sabrás:

mi vida se fue contigo.

Contigo, mi amor, contigo.

Qué mal me hace recordar.

 

Mis manos ya son de barro,

tanto apretar el dolor,

y ahora que me falta el sol

no sé qué venís buscando.

Llorando mi amor, llorando,

también olvidame vos.

 

¡Qué pena me da (…)

Bambera de Santa Teresa

Vivo sin vivir en mí,

y de tal manera espero,

que muero porque no muero.

 

¡Ay, qué larga es esta vida,

qué duros estos destierros,

esta cárcel, estos hierros

en que el alma está metida!

Sólo esperar la salida

me causa dolor tan fiero,

que muero porque no muero.

 

Mira que el amor es fuerte,

vida, no me seas molesta;

mira que sólo te resta,

para ganarte, perderte.

Venga ya la dulce muerte,

ya el morir venga ligero,

que muero porque no muero.

 

Aquella vida de arriba

es la vida verdadera

hasta que esta vida muera.

Vida, ¿qué puedo yo darle

a mi Dios, que vive en mí,

si no es el perderte a ti

para mejor a Él gozarle?

Quiero muriendo alcanzarle,

pues tanto a mi Amado quiero,

que muero porque no muero.

Nana

Tu risa es un jazmín

que acaba de brotar

de la noche más bella.

Si ríes, niño mío,

te traerán los pájaros

toda la luna lunera.

 

Tu cara es un panal

de miel donde no habrá

ni sal, ni hiel, ni niebla.

Si duermes, niño mío,

te mecerá la brisa

en una cuna de estrellas.

 

Respon-li lo pardal:

‘Esta nit és Nadal,

és nit de gran contento'.

El verdum i el lluer diuen,

cantant també:

‘Oh, que alegria sento!'

La mañana de San Juan

La mañana de San Juan,

¡que mañana tan alegre!

en el pueblo de Alosno

se bailan los cascabeles.

Olé y olé, ¿por dónde vas a misa

olé y olé, que no te veo?

Olé, por el empedradillo

que han hecho nuevo.

 

A San Juan le han regalado

unas ruedas de cohetes,

porque Juanillo se llama

el que yo he querido siempre.

Olé y olé, con la sal que derraman

Olé y olé, las alosneras

Olé, se mantiene Paymogo,

Tharsis, La Puebla.

 

Se ha enamorado de una estrella

el hombre que yo más quiero.

Ando construyendo un globo

para ir al cielo por ella.

Si no me la dan, yo la robo.

Si dolce è'l tormento

Sì dolce è'l tormento

che in seno mi sta,

ch'io vivo contento

per cruda beltà.

Nel ciel di bellezza

s'accreschi fierezza

et manchi pietà:

che sempre qual scoglio

all'onda d'orgoglio

mia fede sarà.

 

La speme fallace

rivolgam'il piè.

Diletto nè pace

non scendano a me.

E l'empia ch'adoro

mi nieghi ristoro

di buona mercè:

tra doglia infinita,

tra speme tradita,

vivrà la mia fè.

 

Per foco e per gelo

riposo non ho.

Nel porto del Cielo

riposo haverò.

Se colpo mortale

con rigido strale

il cor m'impiagò,

cangiando mia sorte

col dardo di morte

il cor sanerò.

 

Se fiamma d'amore

già mai non sentì

quel riggido core

che il cor mi rapì,

se niega pietate

la cruda beltate

che l'alma invaghì:

ben sia che dolente,

pentita e languente

sospirimi un dì.

Aires de peteneras

Ábrase el camino de la tierra.

Danos señor el descanso eterno.

Danos la luz perpetua.

De las llamas del demonio,

del abrazo del infierno,

líbranos, Señor.

 

Mi madre me metió a monja

por heredar de mi dote.

Me cogieron entre cuatro,

me metieron en un coche,

me pasearon por pueblos,

a la una, a las dos y a las tres,

me fui yo despidiendo

de las amigas que tengo.

 

Quisiera yo renegar

de este mundo por entero.

Volver de nuevo a habitar,

madre de mi corazón,

por ver si en un mundo nuevo

existiera más verdad.